El día en que la Tierra se consiguió una Luna

La Luna no siempre ha estado con nosotros. Parece difícil de creer, pero hubo un tiempo en que nuestro satélite no formaba parte del maravilloso espectáculo de la noche terrestre. Aunque, para nuestro consuelo, he de decir que nosotros tampoco estábamos ahí para poder contemplarlo.

Sabemos desde finales de los años setenta que la Luna no se construyó al mismo tiempo que la Tierra. Selene es más joven, tiene entre 30 y 200 millones de años menos que el resto de material similar que conocemos en el sistema solar. Esto es parte de la valiosa información extraída del análisis de la colección de rocas lunares traídas a nuestro planeta fundamentalmente por las misiones de Apolo.

Hace 4.500 millones de años que se formó nuestro planeta. Lo hizo a partir del material del disco de rocas y gas que se construyó como consecuencia de la formación del Sol. El análisis de la composición química de las rocas lunares permitió datar la formación de nuestro satélite como posterior. Pero, todavía no tenemos del todo claro cómo ha llegado hasta ahí y esto a pesar de ser el objeto astronómico que tenemos más cerca y de haber sido el objeto de numerosas misiones de exploración incluidas las únicas tripuladas a otro cuerpo celeste.

La teoría aceptada actualmente acerca del origen de la Luna involucra una colisón , literalmente, planetaria. Cuando la Tierra era joven fue golpeada por un planeta del tamaño de Marte al que incluso le hemos puesto nombre: “Theia”. El impacto provocó la formación de un disco de escombros a partir del cual se puede formar una luna pesada, con un pequeño núcleo de hierro y con las restricciones de momento angular (distancias y velocidades de rotación) que tiene el sistema Tierra-Luna que conocemos.

Pero, aunque en este modelo encajan casi todas las piezas de información disponible, hay algunos detalles que no lo hacen y es ahí donde reside el problema de la formación de nuestro satélite en estos modelos de colisión. El dilema lo continúa planteando fundamentalmente la composición química que se obtiene de las rocas lunares. En la mayor parte de los parámetros de impacto que ajustan con el resto de medidas, el resultado es que la Luna estaría compuesta fundamentalmente por material de Theia, el planeta que nos golpeó.

Anuncio publicitario

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s