Aunque su ritmo ha disminuido, la exploración espacial continúa avanzando mucho después del fin de la carrera espacial. El 12 de abril de 1981, coincidiendo con el 20 aniversario del vuelo de Yuri Gagarin, Estados Unidos lanzó la primera nave espacial reutilizable, el transbordador espacial Columbia.129 El 15 de noviembre de 1988, la Unión Soviética lanzó el transbordador Burán, la primera y única nave espacial reutilizable con aterrizaje automático.130 En 1991, la URSS quedó disuelta y Rusia heredó la gran mayoría de los restos de su programa espacial. Estados Unidos y Rusia colaboran juntos en el programa Shuttle-Mir y de nuevo en la Estación Espacial Internacional (ISS).131 La familia de cohetes soviéticos R-7, que lanzó el primer Sputnik al comienzo de la carrera espacial, sigue en uso en la actualidad. Da servicio a la Estación Espacial Internacional como lanzador de las cápsulas Soyuz y Progress.132 Por otra parte, el programa comercial de vuelos tripulados a la ISS pretende acabar con la dependencia de Rusia por parte de Estados Unidos para llevar astronautas a la Estación Espacial Internacional.133

Otros programas como el de la Agencia Espacial Europea (ESA) o el programa espacial chino contribuyen a la exploración espacial desde otros frentes. La ESA invierte principalmente en proyectos de observación de la Tierra, navegación por satélite y en el nuevo lanzador Ariane 6.134 China, por su parte, centra sus esfuerzos en la nave tripulada Shenzhou, las estaciones espaciales Tiangong y la exploración lunar.135136137 Además, un nuevo advenimiento de iniciativas privadas bajo la filosofía del NewSpace pretende impulsar el turismo espacial, disminuir los costes de lanzamiento y crear valor a partir de constelaciones de satélites estandarizados por lo general más pequeños