El final de la carrera espacial

La NASA tenía planes ambiciosos con los que dar continuidad a la exploración espacial tripulada, una vez alcanzasen la Luna. Sin embargo, pronto descubrieron que ya habían consumido la mayor parte del capital político del que disponían para hacerlo.106

En el año 1969, el presidente Richard Nixon percibía una pérdida de apoyo político para un nuevo programa al estilo del Apolo, que había disminuido notablemente con el primer alunizaje. Buscó relajar la tensión con la Unión Soviética y con China y recortó el presupuesto de la NASA para dedicarlo prácticamente por completo al desarrollo del transbordador espacial.107108

Al Apolo 11 le siguieron otras seis misiones tripuladas a la superficie lunar, todas exitosas a excepción del Apolo 13, cuyos fallos durante el vuelo impidieron alunizar a la tripulación, en abril de 1970.109​ En el año 1972, el programa Apolo concluía así con la misión Apolo 17, ya que los recortes presupuestarios obligaron a la agencia a cancelar la misión Apolo 18. La opción de llevar a cabo las misiones Apolo 19 y 20 ya había sido abandonada tras las restricciones presupuestarias de 1971.110​ En el año 1973, se lanzó la estación Skylab 1, construida en órbita a partir de una etapa superior del cohete Saturno V.111

Por su parte, la Unión Soviética pasó a centrar sus esfuerzos en el desarrollo de estaciones espaciales en órbita terrestre. En 1971 lanzó la primera de la historia, un laboratorio en órbita llamado Saliut 1.88​ El programa Saliut continuó hasta 1986, sentando las bases para la creación de futuras estaciones compuestas por varios módulos como la Mir y la Estación Espacial Internacional.112

En el año 1975, Estados Unidos y la Unión Soviética participaron en un programa conjunto llamado Apolo-Soyuz, donde la nave soviética Soyuz 19 y la estadounidense Apolo atracaron por sus bases, permitiendo a los astronautas pasar a la nave contraria y participar en experimentos conjuntos.113: 156–197 A partir de entonces, la carrera espacial fue perdiendo importancia. A principios de los 80, el nacimiento de la Iniciativa de Defensa Estratégica por parte del presidente estadounidense Ronald Reagan intensificó más la competencia, que solo se resolvió con la disolución de la Unión Soviética en 1991.

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