Cómo y cuándo ver el paso del cometa verde desde México

El cometa C/2022 E3 será visible en todo el mundo a finales de enero e inicios de febrero, cuando alcanzará su máximo acercamiento con la Tierra

Un cometa verde recorrerá el cielo nocturno en las últimas noches de enero y las primeras de febrero. Descubierto en marzo de 2022, el cometa nombrado científicamente C/2022 E3 (ZTF) es un viajero de largo alcance, cuya órbita alargada describe una elipse que se extiende hasta la nube de Oort, la región que marca los límites del Sistema solar, donde vagó en total oscuridad durante miles de años, antes de que la atracción gravitatoria impulsara su viaje de regreso a los mundos más cercanos al Sol.

El camino de los cometas hacia el Sistema solar interior implica abandonar la oscuridad helada de los confines de nuestro vecindario cósmico y aumentar su temperatura conforme se acercan al Sol. Entonces el calor sublima el hielo superficial y forma una nube que envuelve al núcleo (coma) y sobre todo, una cola característica que crece en sentido opuesto al Sol y puede extenderse por decenas de millones de kilómetros.

La coma y la cola distintiva de los cometas han sido claves para su identificación desde las civilizaciones antiguas, que relacionaban su dramática aparición en la bóveda celeste con presagios funestos que advertían de la llegada de guerras, sequías o hambrunas. Sin embargo, el largo andar del C/2022 E3 se remonta a una etapa anterior incluso a la expansión del Homo sapiens por la Tierra: hace unos 50.000 años, cuando el cometa verde asomó en los cielos de los mundos cálidos y rocosos de los planetas interiores del Sistema solar por última vez, los neandertales eran la especie humana dominante en Europa. De ahí que el paso del C/2022 E3 sea un evento irrepetible a escala humana.

¿Cuándo se verá el cometa verde en México?

El 12 de enero, C/2022 E3 alcanzó el punto de su órbita más cercano al Sol (perihelio). Desde entonces, la distancia entre el cometa y la Tierra se reduce día tras día hasta alcanzar su acercamiento máximo (perigeo) el 1 de febrero, cuando ambos estén separados únicamente por 42 millones de kilómetros, poco más de cien veces el promedio entre la Tierra y la Luna (y un cuarto de la distancia que separa al Sol de nuestro planeta). El mejor momento para ver al cometa verde va desde el fin de semana del 28 y 29 de enero hasta la noche del 2 de febrero, cuando comenzará a alejarse definitivamente hacia los confines del Sistema solar.

¿Cómo ubicar al cometa verde en el cielo nocturno y a qué hora observarlo?

El cometa C/2022 C3 alcanzará una magnitud aparente apenas superior a 5, de modo que será visible a ojo desnudo en zonas rurales alejadas de las grandes ciudades y por lo tanto, libres de contaminación lumínica. Para encontrarlo en la bóveda celeste basta mirar hacia el norte y ubicar la estrella Polar, la más brillante de la Osa Menor.

El cometa es visible durante toda la noche desde el hemisferio norte y durante los últimos días de enero parecerá girar en torno a la estrella Polar en dirección este-oeste. La noche de su máximo acercamiento, el 1 de febrero, el cometa aparecerá justo encima de la estrella Polar entre las 21.00 y las 23.00 horas, un momento idóneo para mirarlo con binoculares o un telescopio y captar con mayor detalle su paso más reciente por el cielo nocturno terrestre.

https://elpais.com/mexico/2023-01-28/como-y-cuando-ver-el-paso-del-cometa-verde-desde-mexico.html

Anuncio publicitario

Detectadas nuevas ondas gravitacionales resultantes del choque entre dos agujeros negros masivos

Los agujeros negros que colisionaron hace 3.000 años, más masivos de lo esperado, enviaron ondas gravitacionales que han atravesado la Tierra.

La danza de los agujeros negros

LIGO detectó las ondas a partir de la colisión más reciente de agujeros negros el pasado 4 de enero de 2017, unos 3.000 millones de años después de que tuviera lugar. Las ondas gravitacionales atravesaron la Tierra y sacudieron ligeramente series idénticas de láseres y espejos construidas en Hanford, Washington, y en Livingston, Luisiana.

Las ondas encogieron y expandieron el espacio en la Tierra el equivalente a una fracción de la anchura de un protón, una de las partículas que compone el núcleo de un átomo. Eso, obviamente, resulta imposible de percibir por parte de los humanos, pero los detectores de LIGO son tan sensibles que ni siquiera las perturbaciones más diminutas pueden escapar a sus láseres.

Tras un detenido análisis de la señal, el equipo encargado de LIGO determinó que se trataba de la huella de una colisión catastrófica entre dos agujeros negros, uno con una masa equivalente a casi 30 soles y otro con la masa de 19 soles.

Estos agujeros negros habían estado girando el uno en torno al otro durante eones, acercándose poco a poco en lo que se convertiría una espiral cósmica mortal. A medida que se aproximaban, radiaban energía en forma de ondas gravitacionales. Y cuando finalmente colisionaron y se fusionaron, liberaron todavía más energía, en esa misma forma.

El agujero negro único resultante de dicha espiral de furia cósmica conforma una masa de espacio-tiempo curvado y sin fondo equivalente a 50 soles, según informa el equipo de LIGO en la revista Physical Review Letters.

Más masivos de lo esperado

Las dos primeras detecciones gravitacionales de LIGO, en septiembre de 2015 y diciembre de 2015, también implicaron colisiones entre agujeros negros. En dos de los tres casos, los agujeros negros son increíblemente masivos en comparación con las expectativas de los astrofísicos.

Los resultados combinados revelan a los científicos que mucho de lo que creían saber sobre los agujeros negros estelares no es del todo acertado.

Los agujeros negros estelares son agujeros negros creados por la explosión y la muerte de estrellas con más masa que el Sol. Se podría pensar ingenuamente que cuanto más grande sea la estrella, más grande será el agujero negro. Pero la astrofísica no funciona necesariamente de esa manera.

En su lugar, cuanto más grande sea la estrella, más tempestuosa será, y sus fuertes vientos estelares envían ráfagas de materia al espacio durante el transcurso de la vida de dicha estrella. Cuando la estrella muere, ya ha perdido gran parte de su masa, por lo que finalmente se convierte en un agujero negro relativamente pequeño. STEINN SIGURDSSON

Durante décadas, las teorías y la observación sugerían que los agujeros negros estelares no podían exceder las 10 masas solares, según explica Steinn Sigurdsson, de la Universidad Estatal de Pensilvania. Pero LIGO está revelando múltiples agujeros negros con una masa significativamente superior al límite que se asumía previamente, aunque son considerablemente inferiores a los enormes gigantes que viven en los corazones de las galaxias.

«Antes de nuestros descubrimientos, ni siquiera sabíamos a ciencia cierta que estos agujeros negros existían», nos cuenta Laura Cadonati, del Instituto de Tecnología de Georgia, que forma parte del equipo de LIGO. Ahora, los astrofísicos tendrán que devanarse los sesos para explicar cómo se formaron estos extraños cuerpos.

«Tenemos que averiguar una forma de explicar lo masivos que son», afirma Haggard. «Esto ya supuso un dilema en el primer descubrimiento, debido a los agujeros negros con una masa de 30 soles. No teníamos modelos que lo descartasen totalmente, pero son algo sorprendente. Estos [agujeros negros recién descubiertos] son extremadamente masivos».

Una de las explicaciones para estos agujeros negros sugiere que sus enormes estrellas originarias estaban hechas en un principio de hidrógeno y helio, que resultan en vientos menos tempestuosos y por tanto en una pérdida de masa mucho menor. Cuando estas estrellas murieron, mucha más masa acabó colapsando y formando este agujero negro.

Estrellas como estas eran comunes en los cúmulos globulares, o agrupaciones densas de estrellas extremadamente viejas que orbitan alrededor de las galaxias, incluyendo la nuestra.

Teorías de origen enfrentadas

Otra línea de pruebas de LIGO apoyaría la idea de que los cúmulos globulares tendrían un papel en la saga de dúos de agujeros negros masivos.

A partir de las señales de ondas gravitacionales, el equipo de LIGO podría deducir varias características de los agujeros negros antes de que se fusionaran, incluyendo la dirección en la que giraban y la orientación de sus ejes de rotación. Basándose en dicha información, Cadonati afirma que parece que la colisión habría tenido lugar dentro de un cúmulo globular.

Una de las teorías acerca del origen de los agujeros negros binarios implica que una pareja de estrellas hermanas masivas orbiten una alrededor de la otra. Cuando dichas estrellas mueren, sus «cadáveres» seguirían en esa danza giratoria, lo que suele dar como resultado una pareja de agujeros negros con giros y orientaciones similares.

Sin embargo, los datos más recientes de LIGO sugieren que los antiguos agujeros negros no tendrían giros totalmente alineados. Sería posible que estos agujeros negros se hubieran formado por separado dentro de un cúmulo globular. A continuación, se habrían desplazado hacia el centro del cúmulo, donde finalmente acabaron en una espiral giratoria.

Fuente: https://www.nationalgeographic.es/espacio/2017/06/detectadas-nuevas-ondas-gravitacionales-resultantes-del-choque-entre-dos-agujeros-negros-masivos

Constelación Apus

La constelación Apus es una constelación austral (situada en el hemisferio sur) que representa el Ave del Paraíso.

Dado que es una constelación situada en el hemisferio sur, no era una constelación conocida por los astrónomos de la Antigua Grecia y, por lo tanto, no aparece en el catálogo de las 48 constelaciones de Ptolomeo.

La constelación fue descrita por primera vez por parte de los navegantes europeos que llegaron a latitudes desde las cuales podían ver estas estrellas. Aparece documentada por primera vez por el astrónomo flamenco Petrus Plancius, que se basó en las observaciones de los exploradores Pieter Dirkszoon Keyser y Frederick de Houtman. El astrónomo Johann Bayer la incluyó en 1603 en su atlas estelar titulado Uranometria.

La palabra Apus proviene del griego y significa “sin pies”. Esto hacía referencia a las aves del paraíso, una especie de aves presentes en Oceanía de las que antiguamente se creía que no tenían pies.

La constelación Apus es relativamente pequeña y ocupa la posición 67 entre las 88 constelaciones principales si se ordenan por tamaño de mayor a menor. En total, ocupa un área de 206 grados cuadrados.

Esta constelación se encuentra en el tercer cuadrante del hemisferio sur y solo es visible desde latitudes inferiores a los 7 grados norte. Sus constelaciones colindantes son el Altar, el Camaleón, el Compás, la Mosca, el Octante, el Pavo y el Triángulo Austral.

Origen de la constelación

El nombre original que utilizó Petrus Plancius para esta constelación fue Paradysvogel Apis Indica. El cartógrafo germánico Johann Bayer la llamó simplemente Apis Indica cuando publicó su atlas estelar titulado Uranometria. Otros astrónomos, como Johannes Kepler, la conocían con el nombre Avis Indica.

Más tarde, el nombre Apus (sin pies en griego) se extendió porque existía la creencia de que este tipo de ave, conocida como ave del paraíso, no tenía pies. Este tipo de ejemplares llegaron a Europa a partir del siglo XVI gracias a las expediciones de Fernando de Magallanes.

En 1750 la constelación fue ligeramente modificada cuando Nicolas-Louis de Lacaille la dividió en dos para definir la constelación conocida actualmente como el Octante.

Debido al origen relativamente moderno de esta constelación no existe un significado mitológico que explique su origen.

Estrellas de la constelación Apus

Existen doce estrellas en la constelación de Apus que siguen la denominación de Bayer, de Alpha Apodis a Kappa Apodis. En total, esta constelación contiene 39 estrellas con una magnitud aparente inferior a 6.5 y que, por lo tanto, pueden verse a simple vista.

Alpha Apodis es la estrella más brillante de la constelación con una magnitud aparente de 3.83. Es una estrella gigante situada a aproximadamente 430 años luz del sistema solar.

Las estrellas Beta Apodis, Gamma Apodis y Delta Apodis forman un pequeño triángulo en la parte oeste de la constelación. La más brillante entre ellas es Gamma Apodis (γ Aps), con una magnitud aparente de 3.86. Beta Apodis es la tercera estrella más brillante de Apus y tiene una magnitud aparente de 4.23. Delta Apodis son en realidad dos estrellas que aparecen juntas desde nuestra perspectiva: Apodis, una gigante roja, y Apodis, una gigante naranja.

La quinta estrella más brillante de esta constelación es Zeta Apodis. Esta es una estrella gigante con una magnitud aparente de 4.78. A continuación viene Eta Apodis,  con una magnitud aparente de 4.9.

Épsilon Apodis es la séptima estrella más brillante de Apus. Es una estrella blanco-azulada situada a 638 años luz de la Tierra y tiene una magnitud aparente de 5.05.

Todas las estrellas restantes de esta constelación tienen magnitudes aparentes superiores a 5.

En la constelación de Apus se han descubierto dos sistemas estelares con exoplanetas. Uno de ellos orbita alrededor de la estrella HD 137388, una estrella situada a 128 años luz de la Tierra. Según las estimaciones actuales este planeta tendría una masa aproximadamente igual al 20% de la masa de Júpiter.

También se han descubierto tres planetas orbitando la estrella HD 134606. Esta estrella tiene una magnitud aparente de 6.86 y, por lo tanto, no puede verse a simple vista. En 2011 se descubrió un sistema planetario formado por tres planetas alrededor de esta estrella, todos ellos en órbitas moderadamente excéntricas con una masa de entre 10 y 30 veces la masa de la Tierra.

Por último, en 2008 se descubrió un posible planeta alrededor de la estrella HD 131664, una estrella similar al Sol. Finalmente, con mediciones más exactas pudo determinarse que se trataba de una enana marrón. Este objeto tiene un masa estimada igual a 18 veces la masas de Júpiter.

Objetos del espacio profundo en Apus

Entre los objetos del espacio profundo en la constelación de Apus destacan dos cúmulos globulares. Estos cúmulos son conjuntos de estrellas orbitando alrededor de una galaxia.

Estos dos objetos se conocen como NGC 6101 y IC 4499. NGC 6101 tiene una magnitud aparente de 9 y una de sus características más importantes es que parece contener un gran número de agujeros negros. El cúmulo IC 4499 tiene una magnitud aparente de 9.76 y se encuentra a más de 50000 años luz del sistema solar.

Las galaxias situadas en esta constelación tiene un brillo muy bajo y son difíciles de ver. Entre ellas, las más brillantes son la IC 4633, IC 4635 y NGC 6392. También son conocidas la galaxia espiral NGC 5612 y la galaxia lenticular NGC 5799.

Fuente: https://www.planetario.net/constelacion-apus/

El cielo se queda sin estrellas: la luz artificial que impide verlas se duplica en 10 años

«Que se quede el infinito sin estrellas», entonaban allá por 1964 Los Panchos, a quienes solo interesaban el negro de los ojos y el canela de la piel de la destinataria de su canción. Casi seis décadas después, los astros siguen ahí, poblando el universo, pero cada vez es más difícil contemplarlos a causa del incremento de luz artificial por las noches, mucho mayor de lo imaginado. 

Así lo demuestra un macroestudio sobre contaminación lumínica publicado este jueves en la revista Science, que recoge las observaciones realizadas por ciudadanos de todo el mundo en los últimos 12 años, entre 2011 y 2022. El brillo del cielo ha aumentado un 9,6% de promedio anual, mucho más que lo medido por los satélites.

Para ponerlo en perspectiva, el estudio explica que, la contaminación lumínica es tal que un niño nacido en una zona donde se veían 250 estrellas probablemente vería menos de 100 en el mismo lugar 18 años después.

Desde hace años, en muchos lugares habitados de la Tierra, el cielo nocturno no llega a oscurecerse del todo porque, en su lugar, un crepúsculo artificial causado por la dispersión de luz antropogénica en la atmósfera lo impide. Este tipo de contaminación lumínica, denominada skyglow, no solo impide ver las estrellas, sino que también tiene un preocupante impacto ambiental.

Sin embargo, resulta difícil calcular con exactitud cómo y cuánto ha crecido la luz artificial, principalmente, porque los satélites no detectan las emisiones azules de las luces LED que en los últimos años se han impuesto en todo tipo de iluminación, especialmente en el alumbrado público.

Además, los satélites son sensibles a la luz que se dirige hacia el cielo, pero tampoco captan las luces que se emiten horizontalmente, como los anuncios y la iluminación en las fachadas, que son las que contribuyen más al skyglow.

«Una red global de sensores»

Para saber hasta qué punto la contaminación lumínica está impidiendo la visión de las estrellas, Christopher Kyba, del Centro Alemán de Investigación en Geociencias (GFZ) y la Ruhr-Universität Bochum, junto a científicos del centro de investigación para la astronomía óptica NOIRlab (EE UU) analizaron 51.351 observaciones hechas por ciudadanos entre 2011 y 2022.

https://www.20minutos.es/noticia/5093849/0/la-luz-artificial-que-impide-ver-las-estrellas-se-duplica-en-menos-de-10-anos/

Detectada la estrella más cercana al agujero negro de la Vía Láctea

8 de octubre de 2012

Un equipo de científicos ha detectado la estrella más cercana al agujero negro central de la Vía Láctea. El hallazgo ofrece la posibilidad de comprobar la teoría de la relatividad de Einstein.

La estrella, llamada S0-102, tarda solamente 11,2 años en completar su órbita alrededor del agujero negro, convirtiéndose así en el objeto conocido más cercano al centro superdenso de nuestra galaxia. La estrella se mueve a una velocidad de hasta 10.600 kilómetros por segundo y se encuentra en una órbita estable, aunque cambiante.

S0-102 es la segunda estrella identificada que orbita alrededor de este agujero negro, la otra, S0-2, tarda 16 años.

«El encontrar estrellas tan cerca del agujero negro supermasivo (hasta cien veces más cerca de su horizonte de sucesos) indica lo rápido que se está avanzando en este campo», señala la coautora del estudio Andrea Ghez, de la Universidad de California (Estados Unidos). Un horizonte de sucesos es el límite en el que nada, incluida la luz, puede escapar a la atracción de un agujero negro.

«El primer paso ha sido el descubrimiento, pero el siguiente entra en el campo de la física fundamental, pues es un escenario perfecto para probar la teoría general de la relatividad».

Mejor con órbitas cercanas

El agujero negro, que tiene cuatro millones de veces la masa de nuestro Sol pero es solamente diez veces más grande, es conocido como Sagitario A, por la constelación en la que se encuentra, a unos 26.000 años luz de la Tierra.

La teoría de Einstein afirma que la masa puede curvar el espacio-tiempo, lo que ha sido probado ya múltiples veces. Sin embargo, nunca se ha confirmado alrededor de un gran agujero negro, donde se sabe que la física tradicional se viene abajo, o en una escala como la que ofrecen Sagitario A y sus estrellas de alrededor.

Ahora Ghez y su equipo podrán empezar a probar lo que ocurre en las órbitas de estrellas relativamente cercanas a un agujero negro supermasivo. Si Einstein estaba en lo cierto, las órbitas deberían girar levemente con cada rotación, sin volver nunca al mismo sitio.

Para determinar los efectos del agujero negro, los investigadores tienen que observar un circuito completo, especialmente para descubrir lo que ocurre cuando una estrella está lo más cerca posible a un agujero negro, fenómeno llamado periastro o periapsis.

La cercanía de las órbitas es tan importante porque permite observaciones que resultan imposibles con estrellas que completan una órbita en 60 años o más, como la mayoría de las estrellas que rodean el agujero negro central.

Estrellas jóvenes

«Se trata de un hallazgo importantísimo, porque para las estrellas situadas más cerca del agujero negro, el campo gravitacional se vuelve más fuerte y los efectos más pronunciados», afirma Avi Loeb, de la Universidad de Harvard, que no participó en el estudio.

En su opinión, el hecho de que se haya descubierto S0-102, a pesar de que es 16 veces más tenue que S0-2, sugiere no solo que la tecnología avanza a gran velocidad, sino también que podría haber muchas más estrellas orbitando cerca de Sagitario A.

Sin embargo, la posible presencia de otros cuerpos en la zona complica el trabajo para probar la teoría de Einstein con una sola estrella.

Esto se debe a que la órbita de una estrella está sujeta al empuje gravitacional de otros cuerpos, además de Sagitario A, empuje que quedaría explicado por la presencia de una segunda estrella.

«La presencia de S0-102 y S0-2 revelaría por primera vez la verdadera geometría del espacio-tiempo cerca de un agujero negro», declara Ghez.

«No se pueden llevar a cabo las mediciones con una única estrella», afirma la coautora del estudio, que será publicado en la revista Science.

Sin embargo, aunque podría haber más estrellas todavía más cerca de Sagitario A, se desconoce realmente cómo de cerca podrían estar.

Debido a su fuerte atracción, el agujero negro acabaría con las estrellas que se acercaran demasiado. Este hecho convenció al equipo de Ghez de que las estrellas cercanas a Sagitario A serían estrellas viejas, y no jóvenes y bien formadas.

Sin embargo, S0-2 resultó ser, para su sorpresa, una estrella joven, al igual que S0-102.

Fuente: https://www.nationalgeographic.es/espacio/detectada-la-estrella-mas-cercana-al-agujero-negro-de-la-via-lactea

El asteroide del tamaño de un autobús que pasará a tan solo 3.600 km de la Tierra

No hay motivo para entrar en pánico, pero un asteroide está a punto de pasar cerca de la Tierra.

Tiene aproximadamente el tamaño de un autobús y es conocido como el asteroide 2023 BU. En su punto más cercano al planeta, pasará por el extremo sur de Sudamérica justo después de las 00:00 GMT (después de las 21:00 de Buenos Aires) de este jueves.

La aproximación máxima esperada es de 3.600 km, por lo que puede decirse que «rozará» la Tierra.

Su tamaño y trayectoria son una muestra de cómo todavía hay asteroides de tamaño significativo, que no son detectados y acechan a nuestro planeta.

Y es que el 2023 BU fue encontrado recién el fin de semana pasado por el astrónomo aficionado Gennadiy Borisov, desde Crimea, la península ucraniana que Rusia se anexó en 2014.

https://www.bbc.com/mundo/noticias-64419177

Descubierto un agujero negro de tamaño mediano

6 de julio de 2012

Hay un extraño y nuevo elemento en el bloque celestial, un agujero negro de medio tamaño.

Tras casi tres años de observación de un objeto brillante a 300 millones de años luz de distancia, los astrónomos han anunciado el descubrimiento de HLX-1, el primer representante de un nuevo tipo de agujero negro.

Hasta hace poco, se creía que los agujeros sólo podían tener dos tamaños: pequeños (varias veces más pesado que nuestro Sol), y los supermasívos con capacidad para tragarse nuestro sistema galáctico.

El nuevo agujero encontrado, tiene un peso similar a la materia de 90.000 soles

Un equipo internacional, que descubrió el HLX-1 «casi por accidente» en el año 2009, cuando bombardearon con grandes cantidades de rayos X y de radio el núcleo de la galaxia espiral de acogida, más allá de unos 12.000 años luz.

«Nuestras observaciones de 2009 y 2010 mostraron que el HLX-1 se comportaba de manera similar a los agujeros negros estelares, por lo que apareció cuando deberíamos estar esperando a ver destellos de radio de HLX-1», dijo la líder del estudio, Natalie Web, del Centro de Estudios Espaciales Rayonnements en Francia.

El origen de estos agujeros negros intermedios puede encontrarse en los centros de los cúmulos globulares, donde cientos de miles de estrellas están densamente unidas por la gravedad.

Por otra parte, los agujeros medianos pueden ser verdaderas reliquias ancestrales del universo, formados por las estrellas más tempranas, dijo Webb, cuyo estudio fue publicado mañana en la revista Science.

Los agujeros de medio tamaño nos servirían para explicar los más grandes

La propia existencia de los agujeros negros de peso mediano también puede ser clave en la solución de cómo sus primos supermasívos fueron formados.

De hecho, Webb sospecha que los pesos medianos pueden ser progenitores de los agujeros negros más grandes.

“Cuando una serie de agujeros negros intermedios se fusionaron en el universo temprano para formar los agujeros negros supermasívos que vemos hoy», dijo Webb.

De cualquier manera, sin realizar estudios adicionales, es imposible asentar una teoría firme sobre el tema.

Fuente: https://www.nationalgeographic.es/espacio/descubierto-un-agujero-negro-de-tamano-mediano

¿Vivimos en un agujero negro?


Nuestro universo podría estar dentro de un inmenso agujero negro.

19 de febrero del 2014

Retrocedamos en el tiempo. Antes de que existiera el hombre, de que se formase la Tierra, antes que el sol, antes de la formación de las galaxias, antes incluso de que brillase la luz, tuvo lugar el Big Bang. Esto ocurrió hace trece mil ochocientos millones de años.

Pero, ¿qué pasó antes? Muchos físicos afirman que no hubo un antes: el tiempo empezó a contar en el mismo instante del Big Bang, y pensar en si hubo algo antes escapa al ámbito científico. Jamás comprenderemos una posible realidad previa a la gran explosión, ni de qué estaba hecha, ni por qué explotó para crear nuestro universo, ya que se trata de conceptos que escapan a nuestra capacidad de entendimiento.

Sin embargo, algunos científicos discrepan. Estos físicos teorizan que, un instante antes del Big Bang, toda la materia y la energía del universo en ciernes estaban compactadas en una partícula finita pero increíblemente densa, a la que podríamos referirnos como la semilla de un nuevo universo.

Esa semilla habría sido infinitamente pequeña, billones de veces más pequeña que las partículas más pequeñas que el ser humano ha sido capaz de observar. Y sin embargo, pudo desencadenar la producción de todas las demás partículas, de todas las galaxias, sistemas solares, planetas y todo lo que conocemos.

Si queremos bautizar a algo como “la partícula de dios”, esta semilla podría encajar.

¿Cómo se habría creado esta partícula? Una idea que ronda desde hace años, defendida por Nikodem Poplawski, investigador de la Universidad de New Haven, es que la semilla de nuestro universo fue forjada en el más grande de los hornos, en el que sería el medio más extremo de la naturaleza: el interior de un agujero negro.

Los multiversos se multiplican

Antes de seguir avanzando es importante saber que durante las dos últimas décadas muchos físicos teóricos se han convencido de que nuestro universo no es único, sino que formamos parte de un multiverso, una colección inmensa de universos independientes.

La cuestión de si estos universos estarían o no unidos entre sí es objeto de un vivo debate, basado en especulaciones que, al menos por ahora, son totalmente indemostrables. Pero una idea interesante sería comparar la semilla de un universo con la semilla de una planta: un pedazo de materia esencial, muy comprimida, protegida por una cubierta.

Esto describe con precisión lo que se crea dentro de un agujero negro. Los agujeros negros son cadáveres de estrellas gigantes. Cuando una estrella se queda sin combustible, colapsa hacia dentro. La gravedad lo atrae todo con una fuerza cada vez mayor, la temperatura alcanza cien mil millones de grados, los átomos se rompen, los electrones quedan destrozados, y todo se aplasta aún más.

La estrella, llegado ese punto, se ha convertido en un agujero negro, lo que significa que su increíble fuerza gravitacional es tan intensa que ni siquiera la luz puede escapar de él. El límite entre el interior y el exterior de un agujero negro se conoce como el horizonte de sucesos. Se han descubierto agujeros negros enormes, algunos millones de veces más grandes que el sol, en el centro de casi todas las galaxias, entre ellas en la nuestra, la Vía Láctea.

Preguntas sin fin

Si seguimos las teorías de Einstein para determinar qué ocurre en el fondo de un agujero negro, llegamos a un punto que tiene una densidad infinita y que es infinitamente pequeño, un concepto hipotético llamado “singularidad”. Pero en la naturaleza no suelen existir infinitos. La desconexión está en las teorías de Einstein, que ofrecen cálculos fascinantes para la mayor parte del cosmos, pero tienden a venirse abajo ante fuerzas enormes como las que existen en el interior de un agujero negro.

Algunos físicos, como el doctor Poplawski, afirman que la materia del interior de un agujero negro alcanza un punto en el que no puede seguir comprimiéndose. Esa semilla podría ser diminuta y tener el peso de mil millones de soles, pero a diferencia de una singularidad, es algo real.

El proceso de compactación, según Poplawski, se detiene porque los agujeros negros giran a una gran velocidad, seguramente cercana a la de la luz, y este giro dota a la partícula compactada de una gran torsión. Ya no es solo pequeña y pesada, sino que además está comprimida y retorcida, como una de esas serpientes de muelles que se meten dentro de una lata.

Y eso puede saltar de pronto, con un “bang”, que sería, en palabras del doctor Poplawski, un “gran bote”. En otras palabras, un agujero negro podría ser una especie de “puerta de un solo sentido” entre dos universos. Eso significa que si entrases en el agujero negro que hay en el centro de la Vía Láctea, sería concebible que tú (o las partículas que una vez formaron parte de ti) terminases en otro universo, que no está dentro del nuestro, según explica Poplawski. El agujero sería solo un puente, como una especie de raíz compartida por dos árboles.

De ese modo, nosotros y nuestro universo podríamos ser el producto de otro universo más antiguo, que sería nuestro universo madre. La semilla que dicho universo madre forjó dentro de un agujero negro pudo haber dado su “gran bote” hace trece mil ochocientos millones de años, y aunque desde entonces nuestro universo se expande a gran velocidad, podríamos seguir estando dentro del evento de sucesos de un agujero negro.

Fuente: https://www.nationalgeographic.es/espacio/vivimos-en-un-agujero-negro

Eventos Astrónomicos 2023

Las lluvias de estrellas en 2023

El primer mes del año arranca con una lluvia de estrellas: destellos provenientes de un cometa que, al entrar en nuestra atmósfera, se desintegra a grandes velocidades. Ellas son las ‘cuadrántidas’ y ya están preparadas para su pico máximo el próximo 3 de enero y deleitarnos con 120 meteoros por hora.

AStronomía
NombreMáximoVisibilidad
Cuadrántidas4 de enero28 dic – 12 ene
Líridas23 de abril16 abr . 25 abr
Eta Acuáridas6 de mayo19 abr – 28 may
Delta Acuáridas30 de julio12 jul – 23 ago
Perseidas13 de agosto17 jul – 24 ago
Dracónidas9 de octubre6 oct – 10 oct
Oriónidas22 de octubre2 oct – 7 nov
Leónidas18 de noviembre6 nov – 30 nov
Gemínidas14 de diciembre4 dic – 17 dic
Úrsidas23 de diciembre17 dic – 26 dic
Observatorio Astronómico Nacional – IGN.

Pasará un tiempo y después llegarán las ‘líridas’ así como las ‘eta acuáridas’ en primavera, con una tasa bastante menor. Luego en verano, las ‘delta acuáridas’ y las ‘perseidas’ se llevarán todo el protagonismo, sobre todas las segundas que también son conocidas como “lágrimas de San Lorenzo» y tienen mucha actividad.

https://www.tiempo.com/noticias/actualidad/listado-de-citas-astronomicas-no-te-las-podras-perder.html

Hiparco de Nicea

Hiparco nació en Nicea (griego Νίκαια), en Bitinia. No se conocen las fechas exactas de su vida, pero Ptolomeo le atribuye observaciones astronómicas en el período de 147 a 127 a. C., y algunas de ellas se afirman como realizadas en Rodas. Es posible que él también haya hecho observaciones anteriores desde 162 a. C. Su fecha de nacimiento (alrededor de 190 a. C.) fue calculada por Delambre basándose en indicios incluidos en su obra. Hiparco debe haber vivido algún tiempo después del 127 a. C., porque analizó y publicó sus observaciones de ese año. Hiparco obtuvo información de Alejandría así como de Babilonia, pero no se sabe cuándo visitó estos lugares o si lo hizo. Se cree que murió en la isla de Rodas, donde parece haber pasado la mayor parte de sus últimos años.

Hipparchos 1.jpeg

En los siglos segundo y tercero, se hicieron monedas en su honor en Bitinia, que llevan su nombre y lo muestran con un globo terráqueo.2

Relativamente poco del trabajo directo de Hiparco sobrevive hasta los tiempos modernos. Aunque escribió al menos catorce libros, los copistas posteriores sólo conservaron su comentario sobre el popular poema astronómico de Arato. La mayor parte de lo que se sabe acerca de Hiparco proviene de la Geografía de Estrabón y la Historia natural del siglo I, del Almagesto de Ptolomeo del siglo II, y de referencias a él en el siglo IV escritas por Papo y Teón de Alejandría en sus comentarios sobre el Almagesto.3

Hiparco fue uno de los primeros en calcular un sistema heliocéntrico,4​ pero abandonó su trabajo porque la ciencia de la época creía que la circularidad perfecta era obligatoria. Aunque un contemporáneo de Hiparco, Seleuco de Seleucia, seguía siendo un defensor del modelo heliocéntrico, el rechazo de Hiparco del heliocentrismo fue apoyado por ideas de Aristóteles y permaneció dominante durante casi 2000 años hasta que el heliocentrismo copernicano convirtió la marea del debate.

La única obra conservada de Hiparco es Τῶν Ἀράτου καὶ Εὐδόξου φαινομένων ἐξήγησις («Comentario sobre los fenómenos de Eudoxo y Arato»). Este es un comentario muy crítico en dos libros sobre un poema popular de Arato basado en la obra de Eudoxo.5​ Hiparco también hizo una lista de sus principales obras que aparentemente lista unos catorce libros, pero que solo se conoce por referencias de autores posteriores. Su famoso catálogo de estrellas se incorporó al de Ptolomeo y puede reconstruirse casi perfectamente restando dos y dos tercios de las longitudes de las estrellas de Ptolomeo. Aparentemente, la primera tabla trigonométrica fue compilada por Hiparco, quien, en consecuencia, se conoce hoy como «el padre de la trigonometría».